domingo, 25 de noviembre de 2012

6. La leyenda del río Atuel


LA LEYENDA DEL RÍO ATUEL
reescrito por
JORGE GARCÍA


          En las llanuras de Mendoza, a las afueras de Escalera, existía un poblado indígena. La tribu la formaban una serie de veinte cabañas de paja y madera, liderada por el jefe Talú, un hombre grandioso y fuerte, pero muy pacífico.

          En aquellos tiempos, una gran sequía asfixiaba al poblado indígena. Para solucionar el problema, Talú se vio en la necesidad de buscar agua en una zona próxima a un inmenso y descomunal bosque. En varios de sus viajes, presintió que alguien le seguía, pero cuando volvía la espalda no descubría a nadie. Encontró algunos pozos y transportó su agua, pero necesitaba más, así que sus viajes se fueron sucediendo en el tiempo.

          En una ocasión en que caminaba por la llanura, avistó en la lejanía una especie de granja con sus graneros y sus silos. Se acercó sigilosamente y dentro de sus terrenos conoció a Clara, una encantadora chica morena que parecía muy trabajadora. Hablaron, se cayeron bien y las visitas se convirtieron en un rito diario. Una semana más tarde, Talú la propuso convivir con él en su poblado.

          El hijo de su amorosa relación recibió el nombre de Atuel. Enseguida dio muestras de bravura y de un rostro espectacularmente hermoso y fue adorado por los miembros de la tribu como futuro líder guerrero. Cuando tuvo diez años, Talú le enseñó a combatir, a golpear a los adversarios y a utilizar armas. Gracias a ese entrenamiento, meses después, consiguió sofocar un ataque de hombres blancos, que arrasaron el poblado, dejándolo expuesto al furor de las llamas.
          Consiguieron expulsar a los hombres blancos, pero eran incapaces de sofocar el fuego. Sin más solución, Atael y Clara comprendieron que su destino no era otro que proteger a su pueblo. Subieron a la cima de una montaña y se ofrecieron a los dioses como sacrificio a cambio de su ayuda.

          Instantáneamente, comenzó a llover con una furia de diluvio.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario