EL MUNDO
reescrito por
BORJA PRIETO MARTÍNEZ
Hace mucho tiempo que el dios Petka tuvo cuatro hijos con su querida mujer Milna. Sus hijos recibieron el poder de los dioses y cada uno se convirtió respectivamente en el dios de algo. Uno en el dios de la Muerte, otro en el de la Tierra, otro en el de los Mares y el último en el de los Cielos. Solían organizar reuniones y un día surgió la idea de crear vida en la Tierra, poblándola de personas, ideales y fantasía…Cada uno puso sus normas y, después de unirlas todas, concluyeron que los seres humanos debían ser mortales y trabajar sus tierras, ya que igual que les concedían la vida, debían cuidar del planeta y no corromperse por el odio y la oscuridad. También deberían adorarlos y rendirles culto.
Como los seres humanos cometían errores, porque eran imperfectos, enfurecían a los dioses y los castigaban enviándoles plagas y tempestades. Petka y Milma se reunieron para intentar remediar el mal de los seres humanos. Llegaron a la conclusión que lo que posee vida, alberga también sentimientos y si se les castigaba por sus defectos, dejarán de rendirles culto y les odiarán. Acordaron que sus cuatro hijos dejaran de ser tan estrictos, amenazándolos con destruir la vida de la Tierra.
Desde ese día los cuatro dioses fueron menos exigentes y la vida en la Tierra mejoró bastante.
Comprendieron que con la dureza no se solucionan los problemas.
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