domingo, 25 de noviembre de 2012

19. El atrapasueños (2ª versión)


EL ATRAPASUEÑOS
reescrito por
ANDREA PAREDERO



          Cuenta la leyenda que, en una montaña, vivía un abuelo que, en una noche fría de invierno,  cuidaba de su nieto, ya que su madre había muerto cuando era muy pequeño y su padre había desaparecido en la montaña.

          El niño, de unos diez años, se llamaba Pyrus. Como todas las noches, su abuelo, Unipa, le contaba una historia antes de dormir. La de esa noche era distinta e interesante para Pyrus, necesaria para ayudarle a dormir y evitar las pesadillas. La historia hablaba de un objeto especial usado por los Sioux en su vida cotidiana. Lo llamaban el atrapasueños.

          Cada vez que Cokota quería reflexionar, subía a una montaña alejada de su poblado. En esta ocasión el motivo era que últimamente padecía malos sueños y necesitaba dejar de soñarlos, porque era incapaz de dormir y se encontraba muy cansado al amanecer. Tuvo una visión: el dios de la noche, Ikomi, le mostró la telaraña que estaba tejiendo, mientras le aconsejaba que debía guiarse por buenas ideas y olvidar las malas, ya en el caso contrario podría encontrarse con un final que no deseaba. Ikomi le regaló la telaraña, un círculo perfecto con algo curioso en su centro: un hueco vacío, un agujero. Ikomi le explicó que las malas ideas se escaparían por ese agujero y las buenas se quedarían pegadas en la telaraña. Cokota se llevó el atrapasueños y dejó de tener malas ideas.

          El abuelo Unipa terminó de contarle la historia y le ofreció su propio atrapasueños, que había pasado de generación en generación, a Pyrus.

          A partir de entonces, Pyrus tuvo una buena vida y jamás conoció un mal sueño.



No hay comentarios:

Publicar un comentario